Energía.
La parte
más pequeña del átomo es energía. El átomo es energía. Las moléculas son
energía. Nuestras células son energía. Somos energía. El universo es energía.
Todo es energía. Todo es vibración. Todo vibra de determinada manera, en
determinada secuencia, para darle una forma tridimensional. La tercera
dimensión. La que percibimos a través de los cinco sentidos.
¿Y lo que
no percibimos? ¿Lo que se encuentra entre un cuerpo tridimensional, denso (por
la densidad, porque ocupa un espacio físico), y otro cuerpo?.
También.
Es la energía, la vibración que no percibimos.
El
universo entero con nosotros incluidos,
nos comunicamos a través de vibraciones, que provocan determinada
energía. Ondas. Vibración. Energía.
Y
refiriéndonos al cuerpo humano. Nacemos siendo seres completamente emocionales.
Somos
emoción. Somos energía vital, constructiva e intuitiva. Luego, a medida que
vamos desarrollando y creciendo vamos incorporando el concepto racional,
miramos, tenemos el reflejo del otro y aprendemos.
Hasta los
doce años se realiza este aprendizaje.
Entonces,
somos seres emocionales y luego adquirimos por aprendizaje la racionalidad.
¿Pero
como incorporamos el concepto de energía?. Simple, nuestras células, todas
vibran y forman un campo electromagnético. Y fluye en nuestro organismo por los
líquidos. Somos un 70% de agua.
Esto
provoca una determinada vibración en nosotros.
Ahora
incorporamos los chakras. Según los conocimientos orientales, tenemos siete
chakras principales.
Cada
chakra corresponde a determinada parte de nuestro organismo. Son vórtices
energéticos en forma de cono que van desde el centro de nuestra médula/columna
vertebral y se van abriendo hacia afuera. El primero y el último tienen un a
sola entrada/salida, el centro de la coronilla Chakra Corona (7) y el punto
medio entre los genitales y el ano, Chakra Base (1). Los otros cinco tienen
entrada/salida por delante y por detrás. El 2, Sacro, se encuentra aun a palma
bajo el ombligo. El 3, El Plexo, se encuentra a una palma sobre el ombligo. El
4, El Cardíaco, se encuentra en el medio del pecho. El 5, El Laríngeo, se
encuentra en la base de la garganta. El 6, El Tercer Ojo, se encuentra entre el
entrecejo. Cada uno tiene una función específica por los órganos/glándulas que
tiene a su alrededor.
Bien.
Entonces, ¿ Donde nos encontramos con el espíritu?. ¿Con el alma?
Desde la
concepción del Todo, de Dios, Diosa, Universo. La creación. Nuestra vida se
genera a partir de una semilla divina. Simiente divina. El hálito Divino. Desde
esta concepción, esta semilla divina, Mónada, etc., que es una parte del Todo,
tenemos la concepción de integración y comunicación con el Todo. El todo forma
parte de nosotros y nosotros formamos parte del todo, en consecuencia, dentro
nuestro tenemos la información del universo, el Akasha, el registro de la
creación y todos sus recuerdos.
Es
nuestro SER. El lugar dentro de nosotros
donde encontramos LA PAZ,
LA DICHA, EL
AMOR.
Y físicamente,
¿Dónde ubicamos nuestra partícula, simiente Divina? Dos dedos bajo el Plexo
Solar, justo el medio de nuestro cuerpo, según algunos, y según otros en donde
se encuentra la Glándula
del Timo.
Hay
muchas maneras, técnicas para realizar de manera conciente el contacto con
nuestro SER. Una de ellas es la meditación, la oración, los mantras, el
alineamiento de los chakras.
Por medio
de la respiración, nos podemos contactar con nuestro SER, con nuestro “medio”,
con nuestro “eje”.
Por medio
de la alineación con los chakras lo que se va realizando de manera conciente la
limpieza y armonización de los chakras. Partimos desde el Plexo hacia arriba,
hasta el corona y luego hacia abajo, hasta el Base. Este el Primer tubo de luz.
Luego lo vamos ampliando hacia fuera por nuestro chakras extra corpóreos, pero
que están dentro de nuestro campo aúrico.
¿Que es
el Aura?
En
términos básicos, el aura es una energía luminosa o campo electromagnético que
rodea en forma de óvalo a todos los seres vivos y que es imperceptible a plena
vista. Es la combinación del cuerpo etéreo, emocional y físico, al igual que de
la información de nuestras almas. El aura está ligada a los chakras.
Todos
nuestros pensamientos, sentimientos, y experiencias están reflejadas en el
aura, al igual que energía que atraemos de nuestro entorno. En este sentido, el
alma refleja nuestra
energía y atrae energía de otros cuerpos y ambientes.
Al igual
que todo lo demás en el universo, el aura es vibración y como tal, responde a
otras vibraciones. De esta manera, vibraciones en forma de pensamiento,
sentimiento o interacción con otras energías (en el espacio o de otras
personas), afectan y moldean la vibración del aura.
Los
objetos inanimados tienen también una energía que las rodea. Típicamente, estas
auras son la combinación del entorno y de las energías de las personas que han
estado en contacto con dicho objeto.
El aura
no es estático. Cambia con el tiempo, con nuestra
evolución personal y espiritual, y con el entorno. También podemos
cambiarle con nuestra intención y con ejercicios de
visualización y rituales de
purificación.
Parte de
lo que refleja nuestra aura es el reflejo de nuestro cuerpo físico que emite
energía también. Nuestras emociones, también emiten energía, nuestra mente
también emite energía, nuestro SER también emite energía.
Campos Áuricos: Tubo
de Luz: Campo o Huevo
Áurico: